A la hora de decorar nuestro hogar, nos enfrentamos a una toma de decisiones continua de la que es difícil saber su pronóstico. Un mueble que nos encantaba y nos hacía soñar con tenerlo, una vez en casa resulta ignorado o más una molestia que una ayuda. Debatimos en nuestra cabeza si es mejor un vestidor abierto o cerrado, pero resulta imposible calcular cuál será su papel hasta que no lo tenemos finalmente en casa. Para no tener que esperar hasta que eso ocurra, hoy os contamos las ventajas y desventajas de ambas opciones.
Antes de elegir, estudia tu habitación
Tu habitación, o el espacio que hayas designado para este uso, deben ser estudiadas lo suficiente para saber dos aspectos principales:
- Mide longitud, altura, y profundidad que quieres dedicar a tu futuro armario.
- ¿Qué estilo tiene tu habitación? ¿Sobrio, minimalista, nórdico?
Teniendo esto en mente te va a resultar más fácil imaginar qué versión de vestidor es la más adecuada para tí.
Vestidor abierto o cerrado, ¿tanto importa?
Bueno, si nos ponemos serios, lo que realmente importa es que tenga espacio para guardar tu ropa de manera ordenada y funcional. Una vez tengas eso, lo demás es una cuestión de estilo que vaya acorde a tus necesidades. Porque nos gusta la decoración y nos gusta que cada parte de nuestra habitación represente una porción de nuestra personalidad y buen gusto. Un vestidor no iba a ser menos.
No sólo eso, un vestidor abierto o cerrado tiene características individuales que conviene estudiar a priori. A continuación discutiremos sus pros y contras para ayudarte a tomar la decisión definitiva.
Por qué te conviene un vestidor cerrado
Estilo: Es cuestión de gustos, pero para muchas personas, un vestidor cerrado es más elegante. Visualmente tiene una apariencia uniforme, esto puede ser lo indicado para tu dormitorio si disfrutas de un aspecto más serio o sencillo. El estilo de las puertas, son su fachada al completo, por lo que si te cansas, tan sólo tienes que pintarlas, aplicarles papel estampado, etc.
Almacenaje: Un vestidor cerrado siempre va a tener más opciones de almacenaje que uno abierto. Esto se debe a que su construcción toma todo el espacio, permitiendo poner cajones y bolsas grandes, incluso a veces un poco a la fuerza.
Privacidad: Esto es obvio, lo que queda dentro del armario no se ve. Ropa desordenada o desperfectos. Objetos que no pertenecen al dormitorio (peluches, aparatos viejos u otros). La relajación que te ofrece tener este espacio privado es un punto fuerte de este tipo de vestidor.
Paz mental: A algunas personas les tranquiliza la ausencia de estímulos en la habitación, no ver nada puede ayudar a dormir.
Higiene: Tu ropa estará a buen resguardo, libre de olores, pelos de mascota y polvo. Esto es una preocupación menos que tener.
Desventajas de un vestidor cerrado
Hacen más pequeño el espacio: Sus dimensiones son mayores que las de un vestidor abierto, y visualmente son como un gran bloque opaco.
Desaprovechan el espacio: Si tienes poca ropa que guardar y no quieres que tu vestidor sea un almacenaje multiusos, la realidad es que estás desaprovechando un espacio muy valioso.
Desorden: Al no ver la ropa, podemos olvidar con más frecuencia que está desordenada.
Precio: Pueden ser ligeramente más elevados que el de sus adversarios por la instalación de puertas.
Por qué te conviene un vestidor abierto
Estilo: Son muy modernos, es la última tendencia. Su versatilidad los convierte en una muy buena opción casi en cualquier casa y situación. Sus materiales pueden adaptarse a muchos estilos, entre ellos, de tipos naturales y divertidos.
Originalidad: Ya que son como un escaparate, te divertirás mucho repartiendo los elementos entre estanterías y colgadores. Se pueden combinar con jarrones y elementos estéticos decorativos para darles un punto de color.
Accesibilidad: La ausencia de puertas lo hace más accesible para niños, personas con discapacidad o movilidad reducida. Puede ser la elección adecuada para un dormitorio infantil como puede ser el caso de un armario Montessori.
Flexibilidad: No hay nada más flexible que un vestidor abierto. Es mucho más sencillo cambiar tus pertenencias de sitio, modificarlas, y cambiarlas de lugar.
Amplitud: Dan mayor sensación de espacio, y es lógico, ya que a los ojos es una visión sin obstáculos.
Ves tu ropa de un vistazo: No tienes que levantarte a abrirlo para ir planeando qué te vas a poner en la mañana.
Precio: Son más económicos que la versión cerrada al prescindir de sus puertas.
Desventajas de un vestidor abierto
Debe tener un aspecto cuidado: Esto puede ser tanto pro como contra, pero un vestidor abierto te obliga a mantenerlo ordenado, limpio y visualmente atractivo para las visitas.
Almacenaje: La capacidad puede ser menor por la ausencia de puertas.
Higiene: Se ven expuestos a todo tipo de olores, y contaminantes no deseados, debemos asegurarnos de ponerlos en una sala lejos de este tipo de fuentes.
Seguridad: Algunos objetos podrían caerse fuera, habría que tener cuidado con mascotas revoltosas o pequeños curiosos.
Consejos para ambos
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